156 Estados respaldan la resolución de la Asamblea General de la ONU sobre armas autónomas

06.11.2025

La resolución insta a la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (CAC) a completar los elementos de un instrumento sobre los Sistemas de Armas Autónomos (SAA), con vistas a futuras negociaciones.

El 6 de noviembre de 2025, la Primera Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) adoptó, por tercer año consecutivo, una resolución sobre sistemas de armas autónomas, preocupada por las consecuencias e impactos de estos sistemas en la paz y la seguridad internacionales, incluyendo el riesgo de una incipiente carrera armamentista, la exacerbación de conflictos y crisis humanitarias, errores de cálculo, la disminución del umbral para la escalada de conflictos y la proliferación, incluso a receptores no autorizados y actores no estatales.

El resultado de la votación sobre la Resolución L.41 fue de 156 votos a favor, 5 en contra y 8 abstenciones.

Presentada por Austria y un grupo de 30 Estados copatrocinadores*, la resolución destaca los "graves desafíos e inquietudes que plantean las nuevas aplicaciones tecnológicas emergentes en el ámbito militar, incluidas las relacionadas con la inteligencia artificial y la autonomía en los sistemas de armas, desde perspectivas humanitarias, jurídicas, de seguridad, tecnológicas y éticas", y subraya la "importancia del papel de los seres humanos en el uso de la fuerza para garantizar la responsabilidad y la rendición de cuentas, y para que los Estados cumplan con el derecho internacional". Asimismo, toma nota de "los llamamientos del Secretario General de las Naciones Unidas para que se inicien negociaciones sobre un instrumento jurídicamente vinculante de sistemas de armas autónomas, conforme a un enfoque de dos niveles de prohibiciones y reglamentaciones", y añade referencia a la observación del Secretario General de que el trabajo sobre armas autónomas en el contexto de la CAC está "avanzando en la dirección correcta".

Tras las consultas informales celebradas en mayo de 2025, previstas en la resolución del año anterior y en las que participaron 96 Estados, la resolución de 2025 subraya que «se requiere un enfoque multilateral integral e inclusivo para abordar la totalidad de los desafíos y preocupaciones que plantean los sistemas de armas autónomas, incluyendo la consideración de las perspectivas jurídicas, tecnológicas, éticas, humanitarias y de seguridad, con el fin de salvaguardar la paz y la seguridad internacionales». Lamentablemente, no llega a exigir la celebración de nuevas consultas informales, sino que simplemente anima a los Estados a «realizar nuevos intercambios» sin especificar la forma ni la función de dichos intercambios.

Una vez más, resulta sumamente decepcionante que esta resolución no refleje el claro deseo de la mayoría de la comunidad internacional de iniciar con urgencia negociaciones sobre un instrumento jurídicamente vinculante relativo a los sistemas de armas autónomas. Tal como fue adoptada, la resolución de este año constituye un enfoque modesto que busca demostrar complementariedad y apoyo al mandato actual del Grupo de Expertos Gubernamentales (GEG) sobre Sistemas de Armas Autónomas Letales sin prejuzgar su resultado. En el seno del GEG, este año los Estados han avanzado en el consenso, con 42 Estados que presentaron una declaración conjunta en la sesión más reciente, celebrada en septiembre de 2025, en la que instaron al grupo a iniciar negociaciones sobre un instrumento con base en su texto en desarrollo y manifestaron su disposición a hacerlo.

Cabe destacar que la sección dispositiva de la Resolución L.41 subraya la urgente necesidad de que la CAC aborde los desafíos y las preocupaciones que plantean los sistemas de armas autónomas, e insta a las Altas Partes Contratantes de la CAC a «trabajar para completar el conjunto de elementos de un instrumento que se está elaborando en el marco del mandato del Grupo de Expertos Gubernamentales, con miras a futuras negociaciones».

Todas las miradas deben centrarse ahora en las sesiones restantes del GEG, cuyo mandato actual concluirá en 2026, antes de la Séptima Conferencia de Examen de la  CAC. En dicha Conferencia, los Estados deben reconocer que el terreno común alcanzado en los debates internacionales —incluida la necesidad de un enfoque de dos niveles para las prohibiciones y las regulaciones, y muchos de los elementos clave para un control humano efectivo— constituye un punto de partida suficientemente sólido para iniciar negociaciones sobre un instrumento jurídicamente vinculante, y deben expresar su compromiso de comenzar las negociaciones de inmediato con todos aquellos que estén dispuestos a hacerlo, sobre esta base.

Stop Killer Robots está dispuesta a apoyar a los Estados comprometidos con la prevención de la automatización de los asesinatos y la deshumanización digital, e insta a los Estados a actuar con valentía y convicción para iniciar negociaciones que garanticen un control humano efectivo sobre el uso de la fuerza.

*Estados copatrocinadores: Armenia, Austria, Barbados, Bélgica, Brasil, Cabo Verde, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, Irlanda, Kazajistán, Kiribati, Liechtenstein, Malta, México, Nueva Zelanda, Filipinas, República de Moldavia, San Marino, Sierra Leona, Sri Lanka, Estado de Palestina, Suiza, Tonga, Trinidad y Tobago, Vanuatu y Venezuela.