Consumir para vivir. No, vivir para consumir

18.06.2009

Esta publicación forma parte de la trilogía con la que la Comisión General de Justicia y Paz ha querido contribuir a la reflexión que, ineludiblemente, exige uno de los problemas más graves con los que se enfrenta, hoy, la humanidad: el irresponsable consumo que lleva a una salvaje explotación de nuestro planeta, con las serias consecuencias que está trayendo, tanto para el planeta como para sus habitantes de las generaciones presente y futuras.

En este tiempo, el ser humano se siente perdido y desorientado ante el resultado de sus acciones que ya no controla; y, en los países consumistas, además, se siente ahogado por el sinsentido de su vida basada en el tener más que en el ser y por la falta del sentido de la trascendencia, que le ha dejado sumido en el materialismo, pero apartado del valor de su hermana la materia, apartado de sí mismo y de los demás, apartado de Dios, porque ha perdido la capacidad de descubrir la trascendencia que habita en la inmanencia que tenían "cuantos creen en Dios, sea cual fuere su religión, y que escucharon siempre la manifestación de la voz de Dios en el lenguaje de la creación" (G.S. 36). Creemos que la fe puede aportar algunas luces que nos pongan en el camino del sentido, del compromiso y de la esperanza y porque creemos que, como ciudadanas y ciudadanos de la creación, sí es posible consumir en humano y vivir en armonía seres humanos-naturaleza-Dios.

Los pasos seguidos en la reflexión de esta publicación comienzan acercándonos a una
nueva conciencia, reconocida como un signo de los tiempos, para releerla a la luz de Jesús de Nazareth y, en línea con la Doctrina social de la Iglesia. La publicación termina con un capítulo sobre los cuestionamientos que se nos plantean como creyentes cristianos y las palabras de esperanza que podemos llevar.