Declaración sobre los ataques militares israelíes contra Irán: un llamamiento a la moderación, la diplomacia y el desarme nuclear
Desde la Comisión General de Justicia y Paz hacemos eco de esta declaración:
La Oficina Internacional por la Paz (IPB: International Peace Bureau) condena enérgicamente el ataque militar israelí a gran escala perpetrado hoy contra territorio iraní. Esta operación, que según se informa ha alcanzado instalaciones de enriquecimiento nuclear —entre ellas Natanz—, instalaciones de misiles balísticos y complejos militares de alto mando, supone una peligrosa escalada en una región ya de por sí inestable.
Las infraestructuras civiles también se han visto afectadas, con víctimas mortales en zonas residenciales. Irán ha respondido lanzando una oleada de ataques con drones y se ha retirado de las conversaciones diplomáticas previstas sobre su programa nuclear. Estos acontecimientos suponen un grave deterioro de la estabilidad regional y aumentan considerablemente el riesgo de una guerra más amplia.
Este ataque se produce en un momento en el que los organismos internacionales de control, incluido el OIEA, no consideran que Irán esté desarrollando armas nucleares, aunque los últimos hallazgos del OIEA ponen de relieve un aumento de las reservas de uranio enriquecido de Irán. Sin embargo, acciones como estas dan un peligroso impulso a las voces que defienden que la disuasión nuclear es necesaria para la supervivencia nacional. De este modo, el ataque puede fomentar perversamente la proliferación en lugar de impedirla.
Israel, del que se cree que posee aproximadamente 90 ojivas nucleares, sigue siendo el único Estado con armas nucleares de la región. Su continua negativa a reconocer su arsenal o a participar en los esfuerzos de desarme nuclear contrasta radicalmente con los objetivos mundiales de no proliferación.
El IPB advierte que atacar instalaciones nucleares, independientemente de la intención, conlleva riesgos catastróficos, tanto por los daños directos como por el precedente que sienta. Los ataques a la infraestructura nuclear socavan las normas internacionales y ponen en peligro las propias salvaguardias diseñadas para prevenir una catástrofe nuclear.
Este momento no debe convertirse en un punto de inflexión.
El IPB exige:
- El cese inmediato de todas las operaciones militares ofensivas.
- La reanudación de las conversaciones diplomáticas sobre las actividades nucleares de Irán.
- Un compromiso internacional renovado con un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva.
- La urgente necesidad de que todos los Estados, incluidos Israel e Irán, se adhieran y apliquen el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN).
Instamos a la comunidad internacional a rechazar una mayor militarización, defender el derecho internacional e invertir en una vía diplomática que promueva el desarme, la seguridad humana y una paz duradera.