El gasto mundial en armas nucleares superó los 100.000 millones de dólares en 2024
En 2024, los nueve Estados con armas nucleares gastaron más de 100 000 millones de dólares, es decir, 190 151 dólares por minuto, en sus arsenales nucleares, lo que supone un aumento del 11 % con respecto al año anterior, según el nuevo informe de ICAN titulado «Costes ocultos: gasto en armas nucleares en 2024».
El gasto de los Estados con armas nucleares —China, Francia, India, Israel, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos— aumentó en casi 10 000 millones de dólares desde 2023, mientras que el sector privado obtuvo al menos 42 500 millones de dólares de sus contratos de armas nucleares.
¿Quién gastó qué en 2024?
Estados Unidos volvió a gastar más que todos los demás Estados con armas nucleares juntos: 56 800 millones de dólares. China fue el segundo país que más gastó, con 12 500 millones de dólares, menos de una cuarta parte del gasto de Estados Unidos. El tercer gasto más importante, 10 400 millones de dólares, o el 10 % de la cifra total, correspondió al Reino Unido.
En los últimos cinco años, el gasto mundial en armas nucleares ha aumentado algo más del 32 %, pasando de 68 000 millones de dólares a 100 000 millones.
Déficit democrático
El informe también analizó los costes en que incurren los países que albergan armas nucleares de otros Estados y concluyó que esta información se oculta en gran medida a la ciudadanía y quienes legislan, eludiendo así el escrutinio democrático.
Una de las coautoras del informe, Alicia Sanders-Zakre, comentó: «Es una afrenta a la democracia que la ciudadanía y quienes legislan de países que se jactan de sus credenciales democráticas no puedan saber que en su territorio se encuentran armas nucleares de otros países ni cuánto de sus impuestos se gasta en ellas».
¿En qué se podrían haber invertido esos 100 000 millones de dólares?
Este dinero se está desperdiciando, dado que los Estados con armas nucleares coinciden en que una guerra nuclear nunca se puede ganar y nunca se debe librar. Además, está desviando recursos de las verdaderas prioridades humanas. 100 000 millones de dólares podrían haberse utilizado para financiar medidas destinadas a hacer frente a las amenazas que suponen para nuestra seguridad el cambio climático y la pérdida de especies animales y vegetales, o para financiar la mejora de bienes públicos esenciales, como la sanidad, la vivienda y la educación.
En un momento en que las Naciones Unidas se enfrentan a profundos recortes en su financiación, la cantidad que estos nueve países gastaron en sus arsenales nucleares en 2024 habría cubierto casi 28 veces el presupuesto de la ONU.
¿Quién se beneficia de las armas nucleares?
Hay al menos 463 000 millones de dólares en contratos de armas nucleares en curso, algunos de los cuales no expiran hasta dentro de décadas. En 2024, se adjudicaron al menos 20 000 millones de dólares en nuevos contratos de armas nucleares. Muchas de las empresas que se beneficiaron de esta generosidad invirtieron fuertemente en presionar a los gobiernos, gastando 128 millones de dólares en esos esfuerzos en Estados Unidos y Francia, los dos países para los que se dispone de datos.
La coordinadora del programa de ICAN y coautora del informe, Susi Snyder, afirmó: «El problema de las armas nucleares es un problema que se puede resolver, y para ello es necesario comprender los intereses creados que defienden ferozmente la opción de que nueve países asesinen indiscriminadamente a civiles».
Con dos grandes guerras en las que están involucrados Estados con armas nucleares en Ucrania y Gaza, así como la escalada de tensiones nucleares entre la India y Pakistán y en la península de Corea, el riesgo de que se utilicen armas nucleares en combate se considera, en general, el más alto desde la Guerra Fría y posiblemente desde siempre. En respuesta, los Estados con armas nucleares se aferran a la doctrina de la disuasión, basada en la política de riesgo calculado y la amenaza de utilizar armas nucleares, lo que agrava el riesgo de conflicto.
La buena noticia es que la mayoría de los países han rechazado este enfoque inmoral. Noventa y ocho Estados, apoyados por más de 700 organizaciones de la sociedad civil, han firmado, ratificado o adherido directamente al Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares de las Naciones Unidas, el TPNW, que entró en vigor hace cuatro años, y se espera que otros sigan su ejemplo este año.
Este año, mientras conmemoramos a quienes murieron y resultaron heridos por el primer uso de armas nucleares en Nuevo México, Hiroshima y Nagasaki hace 80 años, ICAN afirma que 80 años son suficientes: ¡es hora de eliminar las armas nucleares antes de que ellas nos eliminen!