El poder transformador de una Encíclica

05.01.2021

La Laudato si' no es una encíclica ecológica, sino que es una encíclica social en la que el Papa ha sabido unir magistralmente el grito de los pobres con el grito de la tierra

En mayo de 2015 se publicó la encíclica Laudato si' y su repercusión mediática a gran nivel fue inmediata. No todos estuvieron de acuerdo con su contenido e incluso hay quien afirma, que fue mejor recibida fuera de la Iglesia que dentro. La verdad es que esta encíclica no ha dejado indiferente a nadie y ha sido la que más repercusiones ha tenido hasta ahora. Después de cinco años hay que decir que poco a poco, como una lluvia mansa, ha ido penetrando en la sociedad y también en la Iglesia, y muchos de sus conceptos se han ido asumiento sin ninguna dificultad. Así, los términos conversión ecológica, cuidado de la casa común, ecología integral... forman parte del acervo cultural de muchas personas.

Cuando se celebraba el V aniversaio de su publicación, Francisco hizo una llamada a todos para celebrar el Año Laudato Si'. Dicho año se inició el día 24 de mayo, fiesta de María Auxiliardora. Durante este años se prentende que tanto en instituciones laicas como religiosas se inicie un proceso de conversión ecológica. Para ello, en un documento publicado por el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humanos Integral, se hace un llamamiento a que las universidades, hospitales diócesis, parroquias, colegios, congregaciones religiosas... inicien un proceso y que el mismo sea medible de una forma objetiva a través de los Objetivos Laudato Si' que se deben poner en conexión en la medida de lo posible, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Todo esto, dicho así, de un forma rápida, por la necesidad de ajustarme a la extensión pedida, puede sonar extraño para los que aún no están dentro de esta dinámica del Año Laudato Si' y de las pretensiones de esta encíclica. Pero resulta de una gran importancia que tanto la sociedad civil como la Iglesia se hayan unido en muchas instituciones tanto laicas como confesionales, no solo católicas, para hacer un recorrido común en mejorar la casa común que gime por el daño que le hemos inflingido. Esta encíclica social en la que el Papa ha sabido unir magistralmente el grito de los pobres con el grito de la tierra, "porque no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental", dice el Papa en la encíclica.

Por todo ello, en medio del Año Laudato Si' todas las personas de bien deberían alegrarse de que se esté produciendo un movimiento, cada vez más creciente en torno a esta encíclica que aglutina a personas e instituciones tratando de mejorar conjuntamente al planeta, para que todos los ciudadanos del mundo puedan vivir con una vida más saludable y más segura para ellos, sus familiares y las generaciones futuras.

El cambio climático está ocasionando que los fenómenos meteorológicos extremos (sequías, inundaciones, huracanes...) sean cada vez más intensos y frecuentes. Esto provoca que muchos millones de personas al año se vean obligadas a desplazarse buscando sobrevivir, ya que sus cosechas quedan destruidas, año tras año por estos fenómenos.

Sorprende que ante el sufrimiento de tantas persona sea un líder religioso el que haya levantado la voz de forma tan contundente. La capacidad de liderazgo tan importante que tiene Francisco lo ha convertido en un referente mundial y ha hecho que actitudes personales, colectivas y políticas que antes parecía imposible que se dieran masivamente, se estén realizando por los argumentos convincentes que emplea para llevarlos a cabo.

Isabel Cuenca, secretaria general CGJP
Artículo publicado en el ABC de Sevilla