
Esperanza para la paz en Europa
Las personas delegadas de las Comisiones Europeas de Justicia y Paz nos hemos reunido en Vilna, Lituania, del 3 al 6 de octubre de 2025, en un momento de gran tensión para nuestro continente, especialmente palpable en esta parte de Europa. La actual guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, la intensificación de las violaciones del espacio aéreo de los Estados miembro de la UE, la instrumentalización de la migración y el debilitamiento de las instituciones democráticas en Europa y en todo el mundo son motivos de gran preocupación y suponen un grave desafío para la libertad, la seguridad y la paz.
Acogidas por la Iglesia y el pueblo de Lituania, reflexionamos sobre el testimonio de un país, que en su día fue ocupado por la Unión Soviética, y que ha logrado transitar con éxito del régimen comunista a la democracia, la libertad y la independencia. En la frontera entre Lituania y Bielorrusia, conocimos la tragedia de la migración coercitiva, que instrumentaliza a las personas refugiadas y migrantes. Nos impresionó la solidaridad del pueblo lituano con Ucrania, que se hizo muy patente durante nuestra visita. Hacemos un llamamiento para que estas expresiones de solidaridad sirvan de modelo a seguir a la hora de aumentar el apoyo al pueblo ucraniano que sufre la guerra y a aquellos que han tenido que huir de ella.
Oramos en el Memorial de Medininkai por todas las personas que sacrificaron sus vidas en la lucha por la libertad. Celebramos la Eucaristía en el Santuario de la Divina Misericordia y rezamos en el Santuario de Nuestra Señora de la Puerta de la Aurora. En estos lugares de memoria y fe, experimentamos la resiliencia social y espiritual de Lituania.
El reto de la paz en Europa
Hoy en día, Europa se enfrenta a una guerra en su seno y a nuevas formas de amenazas híbridas. Hemos oído hablar de violaciones del Derecho internacional, manipulación de los flujos migratorios, desinformación y amenazas de escalada militar. Estos riesgos deben tomarse en serio y se necesitan medidas adecuadas para contrarrestarlos tanto a nivel nacional como europeo. Sin embargo, la seguridad y la defensa, aunque tienen como objetivo proteger la dignidad y la vida humana, nunca deben convertirse en un fin en sí mismas: deben seguir orientadas a lograr una paz justa.
En este Año Jubilar, se nos invita a caminar como «peregrinos de la esperanza». El papa León XIV nos anima a trabajar por una «paz desarmada y desarmante», una paz que sea «una empresa de justicia» (Constitución pastoral Gaudium et Spes). Tenemos el convencimiento de que la seguridad separada de la justicia y la dignidad humana no puede traer una paz duradera. Por lo tanto, Europa necesita una estrategia de paz con visión de futuro que fortalezca la unidad y refuerce sus capacidades para la prevención de conflictos. Además, debe apoyar el desarrollo humano integral, promover el cuidado de la Creación y fomentar una cultura de diálogo y reconciliación.
Justicia y Paz Europa apoyará todos los esfuerzos encaminados a lograr dicha estrategia de paz europea.
Nuestros talleres en Vilna nos recordaron que el trabajo por la paz es multidimensional. Implica:
- afrontar el pasado con la verdad y el recuerdo;
- fortalecer las instituciones democráticas;
- proporcionar atención pastoral y humana a los soldados y guardias fronterizos;
- respetar la dignidad de las personas migrantes;
- integrar la esperanza y la creatividad de la juventud.
Nuestros llamamientos
- A quienes tienen la responsabilidad política en Europa: desarrollar una estrategia europea de paz coherente, que combine una defensa adecuada con instrumentos diplomáticos, humanitarios y de desarrollo sólidos; defender la dignidad de todas las personas, incluso en situaciones de seguridad complejas; y resistirse a las actitudes polarizadoras y las acciones deshumanizadoras.
- A las Iglesias de Europa: que den testimonio del Evangelio de la justicia y la paz, que sean lugares de reconciliación y misericordia, y que acompañen a las víctimas de la guerra, la opresión y el desplazamiento.
- A las comisiones de Justicia y Paz: que sigan fomentando el diálogo más allá de las fronteras, tendiendo puentes entre los pueblos, enfrentándose a las narrativas falsas y apoyando la educación para la paz basada en la Doctrina social católica.
- A la ciudadanía europea: que se resistan al miedo y asuman la responsabilidad de construir comunidades solidarias y resilientes, y que trabajen cada día por la paz con espíritu de fraternidad.
Declaración de Vilna 2025
Justicia y Paz de Europa