
Estados Unidos bombardea instalaciones nucleares iraníes en una escalada ilegal y peligrosa
El 21 de junio de 2025, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes en un ataque ilegal y de escalada que amenaza con desencadenar una guerra más amplia y socava la no proliferación nuclear. El ataque se produce tras los ataques israelíes contra instalaciones nucleares iraníes, fábricas de misiles balísticos, altos mandos militares y científicos nucleares el 13 de junio. Ni Estados Unidos ni el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) consideran que Irán esté desarrollando armas nucleares, a diferencia de Israel y Estados Unidos, que sí las poseen.
El 21 de junio de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump anunció que Estados Unidos había destruido con éxito las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán mediante ataques selectivos contra tres instalaciones: Natanz, Fordow e Isfahán, que también habían sido blanco de ataques anteriores de Israel.
Estoy profundamente alarmado por el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos contra Irán hoy. Se trata de una peligrosa escalada en una región ya al límite, y una amenaza directa para la paz y la seguridad internacionales.
Existe un riesgo creciente de que este conflicto se descontrole rápidamente…
– António Guterres (@antonioguterres) 22 de junio de 2025
En respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores iraní publicó en X: «Estados Unidos, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, ha cometido una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y el Tratado de No Proliferación Nuclear al atacar las instalaciones nucleares pacíficas de Irán. Los sucesos de esta mañana son indignantes y tendrán consecuencias duraderas. Todos los miembros de la ONU deben estar alarmados por esta conducta extremadamente peligrosa, ilegal y criminal. De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y sus disposiciones que permiten una respuesta legítima en defensa propia, Irán se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo».
La instalación de Natanz incluye dos complejos de enriquecimiento de uranio y una instalación subterránea sin nombre. La instalación de Fordow es una instalación de enriquecimiento de uranio enterrada en la ladera de una montaña. La instalación de Isfahán procesa uranio natural, fabrica combustible nuclear y convierte el uranio en polvo y metal.
Los informes de los medios de comunicación indican que Estados Unidos lanzó bombas antibúnkeres desde aviones bombarderos B2 contra instalaciones subterráneas en el sitio de Fordow y misiles de crucero lanzados desde submarinos contra Natanz e Isfahán.
La directora ejecutiva de ICAN, Melissa Parke, declaró: «La acción militar contra Irán no es la manera de resolver las preocupaciones sobre el programa nuclear de Teherán, que se negociaban antes del ataque israelí de la semana pasada. Dado que las agencias de inteligencia estadounidenses evalúan que Irán no busca armas nucleares, este es un acto insensato e imprudente que podría socavar los esfuerzos internacionales para prevenir una mayor proliferación de armas nucleares».
El OIEA y la Organización de Energía Atómica de Irán (OEAI) no han informado de un aumento de los niveles de radiación cerca de los lugares bombardeados, pero el Director General del OIEA ha advertido de que existe el riesgo de que esto ocurra.
A pesar de las afirmaciones de Estados Unidos, no ha habido una evaluación independiente del alcance del daño a las instalaciones nucleares y, sin inspecciones del OIEA, tampoco es posible saber cómo han afectado los ataques a las reservas de uranio altamente enriquecido de Irán, que podrían haber sido trasladadas desde estas instalaciones antes de los ataques.
La comunidad internacional ha solicitado ampliamente una solución diplomática al conflicto. El OIEA convocará una reunión de emergencia el lunes e Irán ha solicitado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
La acción militar no es una solución viable ni a largo plazo para prevenir la proliferación nuclear. Tratados internacionales como el Tratado de No Proliferación Nuclear y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que incluyen disposiciones para el desarme nuclear verificable y la no desviación de material nuclear hacia armas, son herramientas esenciales y sostenibles para prevenir la proliferación nuclear. Israel, Estados Unidos e Irán deberían adherirse al TPAN sin demora. Para Israel y Estados Unidos, el Tratado permite que los Estados con armas nucleares se unan y posteriormente desmantelen sus armas nucleares de forma verificable en un plazo inicial de 10 años. Para Irán, exige que todos los Estados mantengan su nivel actual de salvaguardias nucleares.
Todos los países también deberían rechazar cualquier apoyo logístico a ataques ilegales contra instalaciones nucleares iraníes, incluyendo negar permiso a los bombarderos B-2 o B-52 estadounidenses que atacan Irán para transitar o reabastecerse de combustible en sus países.