ICAN condena la invasión rusa de Ucrania

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), Premio Nobel de la Paz 2017, condena enérgicamente la invasión rusa de Ucrania y la amenaza de Putin de utilizar armas nucleares. La guerra nunca es aceptable y los ataques rusos a Ucrania, en particular el uso de armas nucleares, tendrán consecuencias catastróficas para la población civil.

La comunidad internacional debe permanecer unida para garantizar la protección y el apoyo a la población civil, y rechazar enérgicamente las violaciones del derecho internacional por parte de Rusia.

Aunque todas las guerras son inaceptables, ICAN advierte que el reciente comportamiento ruso corre el riesgo de que el conflicto escale, involucrando armas nucleares. La semana pasada, Putin llevó a cabo un ejercicio de armas nucleares estratégicas, practicando el lanzamiento de armas de destrucción masiva sobre la población civil con misiles balísticos intercontinentales, misiles lanzados desde submarinos y bombarderos. Y lo que es más preocupante, esta mañana Putin ha declarado que: "para aquellos que tengan la tentación de intervenir, Rusia responderá inmediatamente y habrá consecuencias que nunca antes ha habido en la historia", en una amenaza apenas velada de utilizar armas nucleares, amenaza prohibida por el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN). De sus palabras y acciones se desprende que el uso de armas nucleares está siempre sobre la mesa y que el riesgo de que se utilicen es cada vez mayor.

Este conflicto ya está perjudicando a la población civil. Añadir la amenaza de asesinar en masa con armas nucleares no contribuye a su protección. Lo único que se consigue con esta amenaza es elevar el riesgo de una catástrofe humanitaria masiva.

Instamos a Rusia, a Bielorrusia y a todos los demás Estados a que no realicen ninguna actividad militar con armas nucleares, como ejercicios y otros posibles despliegues de estas armas. El referéndum celebrado el domingo en Bielorrusia para revocar el compromiso de no utilizar armas nucleares, que figura en su constitución, echa más leña al fuego en un momento ya tenso.