Justicia i Pau Mallorca ante el 75° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

El pasado domingo 10 de diciembre, con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se celebró la Eucaristía matinal de la Catedral, que se transmite a toda la Comunidad Autónoma a través de IB3 Televisió, fue presidida por el Obispo Monseñor Sebastià Taltavull. Tanto la homilía como la oración de fieles estuvieron centrados en los Derechos Humanos. Este mismo día el FULL DOMINICAL publicaba la reflexión del Sr. Obispo centrada en una Oración por los Derechos Humanos y un escrito de colaboración de Justícia i Pau Mallorca sobre la Declaración de los DDHH. Enlace

El 10 de diciembre de 1948, hoy hace 75 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), manifestando en el Preámbulo que "el reconocimiento de la dignidad inherente y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo".

Como bien se ha dicho, "no habría habido a DUDH sin el evangelio. Universalidad, libertad, Igualdad y fraternidad forman parte del núcleo de la propuesta cristiana desde sus orígenes" (T. Suau). Y tal y como nos recuerda la Doctrina Social de la Iglesia, "tal dignidad de la persona se basa en que es creada a imagen y semejanza de Dios y elevada a un fin sobrenatural trascendente en la vida terrenal" (CDSI 108).

Sin embargo, las bellas palabras del Preámbulo de la Declaración están lejos de ser efectivas para gran parte de la humanidad. Como dice el Papa Francisco en la Fratelli tutti: "Aún estamos lejos de una globalización de los derechos humanos más básicos" (FT 189) y pone como ejemplo las chacras del hambre en el mundo y el tráfico de personas. En estos 75 años ha habido una evolución de los Derechos Humanos y hablamos ya de los derechos de cuarta generación, que incluyen el derecho a un medio ambiente saludable. Sin querer negar que la DUDH ha tenido una repercusión sobre la mejora de las condiciones de vida de muchas personas, no podemos obviar que "también existen interpelaciones a estos derechos; las primeras, las del sufrimiento de quienes sufren la pobreza, la desigualdad, la exclusión, la desatención y el olvido social" (J. Ordóñez).

Ojalá que este 75 aniversario de la DUDH sirva para una reflexión sobre la cada vez más necesaria defensa y actualización de los DDHH, empezando por estar atentos a si hay vulneraciones en nuestro entorno, siguiendo por la denuncia y finalmente trabajando para garantizar su máxima aplicación, como garantía de la dignidad de todas las personas.

Recordemos unas palabras de San Romero de América: "Una Iglesia que no provoca ninguna crisis, un evangelio que no molesta, una palabra de Dios que no se mete en la piel de nadie, una palabra de Dios que no denuncia el verdadero pecado de la sociedad en la que está siendo proclamada ¿qué tipo de Evangelio es?".

Sebastià Serra

Justícia i Pau Mallorca​