Justicia y Paz analiza contextos de educación ecológica

28.04.2021
  • Es necesario empoderar a las comunidades creando tecnologías muy baratas y subsidiarias.
  • En el siglo XXI la ecología integral es la demanda social y el reto educativo.
  • La transversalidad de la educación ecológica y la participación de todos los actores educativos son las claves para sensibilizar, formarse y transformar los modelos de organización y gestión de la escuela.

La Comisión General de Justicia y Paz realizó el 27 de abril el quinto seminario web sobre los objetivos Laudato si'. Invitó a docentes que se dedican a la educación ecológica en distintos contextos.

La educación transforma los espacios donde se lleva a cabo y, de forma conectada, transforma el mundo. Por ello, compartimos elementos de educación integral para el empoderamiento de comunidades empobrecidas, de la familia, de la escuela y de la formación docente, en un momento social donde la ecología integral engloba la preocupación por la justicia climática y social.

Tecnología básica para empoderar comunidades que cuidan el agua

Falta de recursos y de conocimientos son aspectos que dificultan la vida en muchos lugares del mundo. Compartir elementos de tecnología básica y escaso coste contribuye a empoderar a la gente que coopera de forma subsidiaria con los Estados en una labor de prevención de enfermedades y propagación de efectos positivos.

Un proyecto de investigación del Instituto Laudato si' divulga tecnología sencilla para medir los parámetros de cantidad y calidad de los ríos en Centro América. El objetivo es que las comunidades comprendan su relación positiva con el agua y contribuyan a su gestión, es decir, empoderar a la gente para que sea responsable de su agua. Este hecho repercute en el cuidado de la cuenca hidrográfica y de los bosques.

El proyecto llevado a cabo en el programa estatal "Cultura del Agua" de República Dominicana utiliza una aplicación móvil para centralizar los datos de las mediciones de distintas comunidades a la vez que permite la comunicación de incidencias de robos o vertidos incontrolados en los ríos que facilitan la actuación del Estado.

La bacteria E. Coli se puede detectar mezclando agua con leche para ver si fermenta en 24 h. La mezcla se introduce en un colgante que va pegado al cuerpo y proporciona la temperatura corporal constante de unos 36 grados centígrados sin necesitar el uso de electricidad. Esta y otras sencillas ideas originales ayudan a prevenir enfermedades diarreicas. La diarrea mata a casi 400.000 menores de 5 años por año en el mundo.

Educación en valores en la familia y el profesorado

Abordamos en ecología el conocimiento de la naturaleza poniendo en relación los seres vivos con el medio físico y social. Necesitamos conocimientos y enfoques que vienen de distintas disciplinas que habíamos ido fragmentando. La sociedad del siglo XXI nos presenta este reto de la ecología integral que engloba también el avance tecnológico, el desarrollo global y la alteridad.

El punto de partida para la educación ecológica es tomar conciencia a través del contacto con la naturaleza y con la belleza de las cosas pequeñas que nos llevan a sentir la necesidad de cuidar y a reconocer el bien gratuito que tenemos. Tomar conciencia también de los daños que causamos al medio en el que estamos, sentirlos, ya que somos lo que vivimos o mal vivimos en ese entorno. Esto nos hace ver las necesidades y clamar por ellas aunque en la sociedad satisfecha es más difícil este paso.

La conciencia impulsa a comprender y conocer para actuar. El conocimiento se adquiere de muchas formas pero es muy importante la apertura a otras realidades.  A la vez se produce la exigencia de la honestidad y la coherencia personal, que son difíciles de mantener por las contradicciones entre lo que pensamos y queremos lograr. Todo ello implica mantener una actitud de búsqueda y de reconocimiento de los errores de las personas hacia el medio natural y social.

El respeto a los ritmos individuales de las personas y de la naturaleza han desaparecido en la sociedad actual. Parece que tenemos la obligación de ir rápido en todo. El respeto al ritmo del crecimiento lo podemos trabajar si hacemos actividades sencillas como plantar una semilla, observando cómo se necesita tiempo y cuidado para que crezca.

La admiración y la gratuidad son las fuentes de la gratitud cotidiana de lo que somos. Las personas docentes tienen la responsabilidad de cubrir un temario pero la forma y el enfoque pueden ser muy variados. Las personas somos diversas y la diversidad es una riquerza igual que la biodiversidad es lo que da resistencia a los ecosistemas, les hace resilientes. La capacidad de soportar una tensión, una crisis nos la da la diversidad natural, social y cultural. En un aula hay que trabajar de forma respetuosa y atender las distintas capacidades, intereses y actitudes.

Los hábitos diarios en el uso de los recursos, el agua, la energía, la alimentación, el vestido nos permiten ir conectando conocimiento de las personas y la naturaleza.

Vivir la tensión entre la mirada y la acción

El colegio San Estanislao de Kostka de Málaga desarrolla el proyecto @laudatoSEK: Cuidamos la Tierra, cuidamos nuestra casa. Esta iniciativa se originó con el objetivo de acercar la problemática medioambiental a la escuela para formar a la comunidad educativa en el futuro, que ya es presente, del cambio climático y el agotamiento de los recursos, que van a cambiar drásticamente las condiciones de vida en el planeta y las relaciones con las demás personas y la naturaleza.

El proyecto comenzó en 2015, año de la Cumbre climática de París y de la presentación de la encíclica Laudato si'. Partiendo de un diagnóstico del centro sobre movilidad, agua, residuos y espacios naturales del colegio se estructuraron planes anuales de actuación con objetivos, seguimiento y evaluación que ponían en marcha un proceso de mejora continua al estilo de cualquier organización social.

Solo hay conversión ecológica si hay cambio en la mirada, en la sensibilidad con las que nos acercamos a lo que hay a nuestro alrededor. El cambio en la mirada lleva a lo práctico y concreto que es donde nos jugamos la vida. Utilizando todas las herramientas del colegio y todos los actores educativos dinamizan el cambio con una doble perspectiva de sensibilización-formación de las personas y organización-gestión del centro. Son importantes las dos perspectivas para no caer en un lavado verde pero seguir haciendo lo de siempre.

El proyecto que en su inicio fue medioambiental se ha ido abriendo a la dimensión social, incorporando los objetivos de desarrollo sostenible, la inclusión de una comunidad diversa -en edad, intereses y contextos que promueve la aceptación y la acogida- y el enfoque de derechos humanos.

Para no caer en la rutina del hacer hay que fomentar la actitud de renovación y revisión continua.