Justicia y Paz subraya respuestas al deterioro ecológico en el Día Internacional de los Derechos Humanos

10.12.2020
  • El relator de la ONU para los derechos humanos al agua y al saneamiento comparte un llamamiento global de alerta sobre la cotización del agua en el mercado de futuros de Wall Street.
  • La energía que menos contamina es la que no hace falta producir, no tiene impacto. Hacemos un ejercicio de ecología cuando apagamos los aparatos que usan energía o practicamos la austeridad.
  • Tenemos que vivir mayores tiempos de calidad vital en el silencio y el ritmo de la naturaleza.

Madrid, 10 de diciembre de 2020.- La Comisión General de Justicia y Paz celebró un seminario sobre el primer objetivo Laudato si' para responder al clamor de la Tierra. Una utilización mayor de energía limpia y renovable y de reducción de combustibles fósiles con el fin de lograr la neutralidad de carbono, proteger y promover la biodiversidad o garantizar el acceso universal al agua potable son medidas concretas y actuales a algunos de los problemas ecológicos.

Agua y saneamiento

Justicia y Paz agradece el esfuerzo que comparte Pedro Arrojo, relator de la ONU para los derechos humanos al agua y al saneamiento, con el objetivo de incidir en la parte natural de recuperar la salud de nuestros ecosistemas acuáticos a fin de proveer el acceso universal al agua potable de una forma segura. Hoy, las cifras estimadas por la ONU hablan por sí solas: 2.200 millones de personas no tienen acceso al agua potable, 4.500 millones no tienen garantizados servicios básicos de saneamiento y 3.900 millones carecen en su entorno de una pileta donde lavarse las manos en este momento de pandemia.

Según el diagnóstico del relator, el problema del agua es una convergencia de la crisis ecológica de los ecosistemas acuáticos; la crisis de inequidad y pobreza, que genera sistemas socio-políticos y económicos absolutamente inmorales; y la conversión de la vida en finanzas, la crisis de gobernanza democrática, que impone las presiones privatizadoras y comercializadoras de los servicios de agua y saneamiento, transformando a la ciudadanía en clientela.

"Considerar el agua como una simple mercancía con la que se puede especular en los mercados de futuros no sólo supone un atentado directo contra los derechos humanos al agua y al saneamiento, sino también de forma indirecta contra otros derechos humanos, al tiempo que suscita graves riesgos e impactos sobre el bienestar social, la salud pública y la sostenibilidad de los ecosistemas acuáticos", señala el relator en su llamamiento global de alerta.

Energía en tu vida

En este momento, la energía impulsa nuestra vida fundamentalmente en dos formas: como energía térmica, presente en los sistemas de saneamiento, y como energía eléctrica, en los electrodomésticos y sistemas de movilidad. La dimensión apropiada de la potencia indispensable en nuestras actividades diarias es fundamental y contribuye de una forma responsable al consumo de energía. Un coche de un gran motor precisa mayor cantidad de energía para moverlo en los mismos desplazamientos. El tiempo de utilización de aparatos eléctricos es otra variable de proporcionalidad directa en el consumo de energía.

Las respuestas actuales al uso de la energía pasan por el ahorro como componente principal. La única energía que no contamina es la que no se consume. Reflexionar acerca del consumo energético consiste en reflexionar sobre la naturaleza y la humanidad. El camino es largo siendo necesaria la promoción de la generación distribuida, basada en renovables sin descartar soluciones no renovables, la cogeneración de autoconsumo y de comunidad, la eficiencia térmica, en los electrodomésticos, movilidad y en la calidad constructiva, así como una buena gestión de la demanda.

Conversión ecológica

En el quinto aniversario de la encíclica Laudato si', el Papa anunció un "año Laudato si', para continuar ahondando en ella. Esta encíclica ha conseguido visibilizar el grito de la tierra, marcando un antes y un después, basada en el evangelio ha dado la respuesta ineludible a un signo de los tiempos, un grito que reclama un cambio de modelo, un canto a la vida donde esta se pone en el centro. En definitiva, ha logrado poner palabras a un sentir de la Iglesia: "Son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con las personas empobrecidas, el compromiso con la sociedad y la paz interior" (San Francisco de Asís). Como creyentes nos pide cambiar la forma de consumir, nos emplaza a la humildad y a la sencillez de comportamientos, nos insta a abrazar la ciencia y sentir y creer en la conversión ecológica, abriendo los ojos y los oídos y buscando un tiempo diario de calidad, sin ruidos y sin prisas, de silencio y lentitud. Estos desafíos y propuestas van de la mano de organizaciones, movimientos y entidades eclesiales que están acometiendo en todo el planeta múltiples iniciativas y aúnan esfuerzos que responden al grito de la tierra.

Dentro de la gobernanza global que inspira Naciones Unidas, el núcleo de los derechos humanos es el núcleo esencial de lo que podemos entender como una gobernanza democrática para el siglo XXI. Justicia y Paz se esfuerza por tejer redes de diálogo para hacerla posible.