Objetivos Laudato Si': Propuesta eclesial de desarrollo sostenible y respuesta a la pobreza

15.10.2020

La encíclica Laudato Si' ofrece una base argumental, ética y espiritual a los Objetivos de Desarrollo Sostenible

El día 24 de mayo, fiesta de María Auxiliadora, al terminar la Semana Laudato Si' el Papa anunció la celebración del Año Laudato Si', que finalizará por tanto, el 24 de mayo del año próximo.

El Año Laudato Si' está siendo acompañado por las reflexiones y propuestas que el Papa está haciendo para la salida de la pandemia de la COVID-19. Todo está relacionado, como repite la Encíclica y para la salida de la pandemia, siendo mejores personas como dice Francisco, en su lectura encontramos una base argumental, ética, moral y espiritual muy sólida. Para ello es necesaria una conversión ecológica que nos lleve a vivir una ecología integral a nivel individual y social. Por supuesto, también a nivel eclesial empezando por las parroquias y pasando por todos los organismos de la Iglesia: "Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una vida virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana" (LS, 217).

En este año, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha creado una Plataforma de iniciativas Laudato Si', "para hacer que las comunidades del mundo sean totalmente sostenibles en el espíritu de la ecología integral de la Laudato Si'". Las instituciones que se integren en la Plataforma llevarán a cabo un proceso de siete años de duración.

Durante este Año Laudato Si', dice el Dicasterio, diversas instituciones pondrán en marcha y asumirán el compromiso público de comenzar un camino de siete años hacia una total sostenibilidad en el espíritu de Laudato Si'. Estas instituciones son: familias, diócesis, escuelas, universidades, hospitales, empresas, granjas y órdenes religiosas". Queda abierto a que se vayan sumando otras.

Para que no se quede solo en una mera declaración de buenas intenciones se han diseñado unos Objetivos Laudato Si' (OLS) que mediante unas acciones vayan posibilitando el cumplimiento de este compromiso. Desde el Dicasterio se pide que estos objetivos, en la medida de lo posible, se vinculen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados en la Asamblea General de la ONU del año 2015 (Agenda 2030).

En Justicia y Paz, desde la Semana contra la Pobreza 2020 en la que nos encontramos, iniciamos este empeño de vinculación dando a conocer estos OLS acompañados de acciones e indicadores y su relación con los ODS para contribuir a esta transformación de la sociedad y de la Iglesia hacia un mundo más fraterno, solidario, pacífico y sostenible. "Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades" (LS,14).

La reciente encíclica Fratelli tutti supone también un impulso para lograr que este mundo, sacudido por la pandemia, lo mejoremos entre todas "las personas de buena voluntad" que lo deseemos.

La tarea de hacer realidad los Objetivos Laudato Si' la llevamos a cabo conjuntamente desde «Enlázate por la Justicia» en la campaña "Si cuidas el planeta, combates la pobreza" en la que existen numerosas propuestas que concretan y visibilizan los objetivos, las acciones y la vinculación con los ODS. Desde los ámbitos de trabajo de Justicia y Paz trataremos de profundizar en el conocimiento, el compromiso y la medición de la ecología integral en el espíritu de la Laudato Si'.

Isabel Cuenca, secretaria general Justicia y Paz

Los Objetivos Laudato Si' (OLS) son:

1. Respuesta al clamor de la Tierra

Nunca hemos maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud (LS, 53).

Las acciones a las que se nos invita en este objetivo son utilizar energía limpia y renovable, reducir el uso de los combustibles fósiles, proteger y promover la biodiversidad y garantizar el acceso al agua potable.

2. Respuesta al clamor de los pobres

Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas (LS, 43).

Las acciones destacadas son defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte y de todas las formas de vida sobre la tierra, con especial atención a los grupos vulnerables, como las comunidades indígenas, los migrantes, los niños en riesgo de esclavitud.

3. Una economía ecológica

La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana (LS, 189).

Las acciones están relacionadas con la producción sostenible, el comercio justo, el consumo ético y las inversiones éticas.

4. Adopción de estilos de vida sencilla

Siempre esposible volver a desarrollar la capacidad de salir de sí hacia el otro. Sin ella no se reconocen a las demás criaturas en su propio valor, no interesa cuidar algo para los demás, no hay capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o el deterioro de lo que nos rodea (LS, 208).

Las acciones a intensificar son la sobriedad en el uso de los recursos y de la energía, evitar el uso de plásticos desechables y usar el transporte público.

5. Educación ecológica

La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza. De otro modo seguirá avanzando el paradigma consumista que se transmite por los medios de comunicación y a través de los eficaces engranajes del mercado (LS, 215).

Las acciones propuestas para este objetivo son replantear programas educativos que recojan la ecología integral con acciones concretas y promover la vocación ecológica en el ámbito educativo y eclesial.

6. Espiritualidad ecológica

Estamos hablando de una actitud del corazón, que vive todo con serena atención, que sabe estar plenamente presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene después, que se entrega a cada momento como don divino que debe ser plenamente vivido (LS,226).

Destacan las acciones de recuperar la visión religiosa de la creación, estimular el contacto con la naturaleza con espíritu de admiración, alabanza, gozo y gratitud, promover celebraciones litúrgicas centradas en la creación, elaborar enfoques ecológicos de catequesis, oración, retiros y formación.

7. Empeño comunitario y participación activa

La participación requiere que todos sean adecuadamente informados de los diversos aspectos y de los diferentes riesgos y posibilidades, y no se reduce a decisión inicial de un proyecto, sino que implica también acciones de seguimiento o monitorización constante (LS, 183).

La acción a desarrollar es promover campañas de acciones populares estimulando el arraigo en el territorio y en los ecosistemas locales.