Respuesta al clamor de las personas empobrecidas

14.01.2021

El miércoles 13 de enero de esta año nuevo 2021 Justicia y Paz de España celebró su segundo webinar sobre los objetivos Laudato si'. Con el tema "Respuesta al clamor de las personas empobrecidas" y moderado por nuestra Secretaria General, Isabel Cuenca, partiparon Roxana Esqueff (Uruguay, Centro de Estudio y Difusión DSI), AugustínKalamba (sacerdote de la República Democrática del Congo) y Guillermo Otano (Alboán). El webinar se centró en el segundo objetivo Laudato Si', que es respuesta al clamor de las personas empobrecidas. Los ponentes, con solvencia, nos narraron experiencias de pueblos empobrecidos por la depredación y sobrexplotación de recursos naturales tanto en África como en América.

En estos días de dolor por el crecimiento de la tercera ola de la pandemia, a la que en Madrid se nos ha añadido una nevada histórica, no resulta difícil sentirse sensible al clamor de las personas empobrecidas. Navidad ha sido también testigo del clamor de las familias de la Cañada Real Galiana por la falta de luz y de la incapacidad de las administraciones públicas -central, autonómica y locales- para concertarse en una acción por la justicia, la paz y los derechos humanos en toda la zona.

Para desarrollar este tema voy a tratar, en primer lugar, la actitud del Papa Francisco ante el grito del dolor. A continuación, expondré la caracterización de este asunto en el Antiguo Testamento. Después, analizaré el rechazo a las víctimas y su manipulación en nuestro tiempo. Por último, sintetizaré algunas propuestas positivas de respuesta al clamor de las personas empobrecidas que conozco por mi compromiso en Justicia y Paz.

El grito del dolor y el papa Francisco

El papa Francisco ha sido testigo en muchísimas ocasiones del sufrimiento de las personas empobrecidas. Su viaje a Lampedusa y el Encuentro Mundial de Movimientos Populares son dos botones de muestra de este testimonio. En Lampedusa reclamó acogida, protección, promoción e integración. Y con los movimientos populares sigue reivindicado tierra, trabajo y techo.

Con estas iniciativas el papa Francisco no hace nada más que seguir el mismo estilo de Jesucristo con las personas empobrecidas de su tiempo. Jesús no sólo manifestó compasión, ternura y cercanía sino que no dudó en proponer a sus discípulos el estilo de vida de las bienaventuranzas en su sermón de la Montaña así como el ejemplo del samaritano. En este tiempo de consumismo el sermón de la Montaña expresa el camino hacia un mundo más justo y sostenible, el valor de la austeridad para compartir.

El grito del dolor en el Antiguo Testamento

Antes que Jesús, ya en las primeras páginas del Antiguo Testamento, la respuesta al grito vehemente del dolor es la palabra del Creador ante el homicidio de Abel: "¡Qué has hecho! La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra" (Génesis 4,10). Es también la voz de Moisés ante la corte del Faraón y la de los profetas que sufrieron el martirio por defender a la viuda, el huérfano y el migrante.Para los profetas el dolor y el sufrimiento humanos tienen carácter teologal, nos hablan de los deseos divinos para con su pueblo. Con ellos, los profetas, y con el libro de los Salmos la voz lastimosa que indica aflicción se convierte en Palabra de Dios y en expresión de la oración a Dios.

El clamor del justo Job es también ejemplo de palabra lastimosa de quien padece la desgracia. Ante su dolor, Job se encuentra con la misma respuesta que se encontraron los profetas y Jesús. Sus amigos Elifaz, Bildad y Zofarle culpan al mismo Job de las calamidades que ha sufrido. Esto sigue siendo muy frecuente en nuestros días, en un mundo que apuesta por la globalización de la indiferencia y el descarte.

El rechazo al clamor de las víctimas


El grito vehemente del dolor se enfrenta en nuestro mundo con frecuencia al rechazo y el repudio. Yo he sido testigo del rechazo de políticos a los informes FOESSA. He visto, en mesas organizadas por los jesuitas en Madrid, en la calle Maldonado, con personalidades sociales y políticas invitadas, cómo cuando Cáritas Española presenta casos de pobrezas diversos estamentos políticos le han pedido números. Y cuando Cáritas ha presentado los números en sus informes FOESSA, en las mismas mesas, le han acusado de catastrofismo.

Estas acusaciones de demagogia respecto al clamor del sufrimiento son también frecuentes en las redes sociales. Es muy fácil vituperar por Twitter sin atender a razones.

La oposición al clamor de infelices y tristes ha llegado también al asesinato de sus testigos. El asesinato de Luther King, de Monseñor Romero y de Ellacuría son tristes muestras de hasta dónde pueden llegar los pistoleros.

Luther King, Romero y Ellacuría son magníficos ejemplos de cómo actuar ante el dolor y la angustia. Son testimonio de mirada teologal a la realidad, de diálogo sin restricciones y de identidades inclusivas. Las víctimas no son solo destinatarias de su acción sino sujetos activos de su propio empoderamiento.

La acción de Luther King, Romero y Ellacuría expresa la acción misericordiosa del Espíritu a través de sus dones: sabiduría, entendimiento, ciencia, consejo, fortaleza, piedad y temor de Dios. En efecto, la respuesta al dolor causado por la injusticia nos exige el ejercicio de los siete dones. Decía Bernardo de Claraval que el amor sin sabiduría comete barbaridades. Por eso cualquier acción y especialmente cuando estamos tratando con la dignidad humana nos exige sabiduría, entendimiento y ciencia para que cualquier consejo sea útil y positivo. Sin embargo, estos dones no son suficientes. Necesitamos fortaleza porque las resistencias son muchas y precisamos piedad para tener los ojos abiertos con los que Jesucristo mira a la humanidad entera. Es necesario el temor de Dios porque sabemos que las víctimas son sus favoritas dentro de la humanidad y seremos juzgados según el amor que hayamos puesto.

La manipulación del sufrimiento

El grito vehemente de la angustia y el dolor es, a veces, motivo de espectáculo en los platós de televisión, en las redes sociales y en las sedes parlamentarias. La respuesta a este clamor no necesita de la demagogia de quienes buscan medrar, de quienes solo anhelan riqueza, poder y gloria, sino de una acción exquisita con las personas y genuinamente democrática en la defensa de sus derechos humanos.

También la respuesta al dolor y al sufrimiento puede ser objeto de las estrategias de marketing y de las acciones de la responsabilidad social corporativa de algunas empresas. Poco valor ético tienen estas iniciativas si no van acompañadas del compromiso serio y riguroso no solo por la sostenibilidad económica de las empresas sino por la sostenibilidad social y ambiental de sus actividades.

Respuestas al dolor de las víctimas de la discriminación


Afortunadamente, multitud de iniciativas responden al clamor de la miseria y de la discriminación. Quiero destacar el trabajo de las relatorías de Naciones Unidas investigando los derechos humanos, los derechos de las mujeres, los derechos de las personas empobrecidas. Sin duda, el capítulo de los derechos de segunda generación, los derechos económicos, sociales y culturales, necesita de un amplio crecimiento y la agenda 2030 puede ser un buen camino para su desarrollo.

Justicia y Paz también trata de apostar por la empatía y la solidaridad. Responder al dolor de la precariedad y el paro en el trabajo es el primer objetivo de Iglesia por el Trabajo Decente. Nuestra alianza en favor del trabajo digno busca condiciones de trabajo justas y nos exige empresas decentes, sindicatos decentes, plantillas decentes y una clase política decente.

Responder al clamor de la pobreza es también el compromiso de Enlázate por la Justicia, la alianza de Cáritas, Cedis, Confer, Manos Unidas, Redes y Justicia y Paz en pro de la justicia social. Las maravillosas jornadas de formación que organiza Enlázate con presencia de personas de ambos hemisferios son oportunidades maravillosas para abrir los ojos, sensibilizar el corazón y comprometernos.

Son muchas las oportunidades en que las víctimas de la exclusión se convierten en agentes de evangelización. Recuerdo perfectamente las últimas jornadas de Justicia y Paz de Confer y una obra de teatro representada por migrantes de África que nos enseñaban el mundo de la frontera y de la discriminación.

Conclusión y compromiso

Como conclusión creo que para responder al clamor de las personas empobrecidas, en tanto que personas de fe, nos es ineludible una mirada teologal de la realidad, una mirada que no eluda el conflicto. Desde esta mirada podemos comprometernos en un diálogo sin restricciones con una identidad abierta e incluyente, como la de Jesús.

Fco. Javier Alonso, presidente de Justicia y Paz