Un mundo inclusivo

24.06.2021

Queridas amigas, queridos amigos, «Hacia un "nosotros" cada vez más grande» es el título del mensaje publicado por el papa Francisco para la Jornada Mundial de Migrantes y Refugiados, que se celebrará el 26 de septiembre. Teniendo en cuenta que la humanidad es una, se nos llama, como Iglesia y como seres humanos, a caminar juntos, a separar los muros que nos dividen y transformarlos en puentes que nos unan: «Ojalá que al final ya no estén "los otros", sino sólo un "nosotros"» (Fratelli tutti, 35). Nuestro compromiso de personas católicas es vivir esa catolicidad en el momento presente, creando comunión en la pluralidad y abrazando las diferencias.

Las Jornadas anuales de la Comisión General de Justicia y Paz han sido organizadas junto a la Comisión diocesana de Valladolid y ofrecerán, del 24 al 26 de septiembre en esta ciudad, un espacio de análisis con la mirada puesta en impulsar el sentido de la ciudadanía global, la igualdad de derechos, el respeto, la tolerancia y la apreciación de la diversidad natural y humana. El reconocimiento de nuestras múltiples pertenencias y las responsabilidades y oportunidades que ellas conllevan, a partir de la dignidad humana compartida, pueden ayudar a encontrar y exigir procesos participativos que favorezcan el ejercicio de la ciudadanía al que todas las personas tenemos derecho.

La IV Jornada de Reflexión organizada por la Alianza Europea Laudato Si', de la que forma parte JP Europa, se celebró el 27 de mayo con el lema «Tiempo de elegir». En ella se expuso la importancia del pensamiento a largo plazo y de la cooperación -todo está conectado- a la par que la valoración y seguimiento de las buenas prácticas en las que se combina ecología, inclusión y espiritualidad, y en las que se manifiesta con nitidez el impacto de la encíclica en la vida europea. Este pensamiento, a su vez, precisa de una solidaridad intergeneracional que vaya más allá del «yo» y que facilite la participación y la transición política a un modelo de desarrollo que regenere el planeta y distribuya mejor la riqueza, según el concepto de economía del donut.

Los datos de la última Encuesta de Población Activa son dolorosos al registrar paro, pobreza y exclusión social, contratos de corta duración y desprotección frente al desempleo. Desde Iglesia por el Trabajo Decente reivindicamos en el Primero de Mayo la redefinición de la idea de trabajo como actividad humana; un nuevo contrato social basado en la centralidad de la persona, el trabajo decente y el cuidado del mundo; el acceso a nuevas medidas de protección social independientes del trabajo, al igual que el reconocimiento social y laboral de los empleos esenciales para la vida.

En la contraportada recogemos las últimas acciones de Migrantes con Derechos, Enlázate por la Justicia además, del llamamiento a la cooperación mundial que tiene por objeto que las vacunas lleguen a todas las personas por una cuestión de justicia, solidaridad y sobre todo porque la salud es un derecho global y universal. Vacunémonos contra la indiferencia. También, recordamos aquí la vida de nuestro querido amigo Arcadi Oliveres, gran activista por la paz.

Estamos despertando del estado de alarma por el coronavirus y llega un esperanzador verano. No olvidemos que compartimos el planeta y hemos de hacer de él, un lugar inclusivo, fraterno y comprometido: nuestra casa común.

Isabel Cuenca Anaya
Secretaria General